El Alimento de mi boca de hoy se llama “Libertad” con Música de Juan Manuel Serrat "Para la Libertad".
En Febrero los días empiezan y acaban llenos de momentos coloridos, musicales y reales... Se celebra el Carnaval, el festival de la Carne y la Libertad.
Entre tanto, los días empiezan y acaban llenos de restos de estrellas fugaces, de palabras llenas de querencias y deseos, de ojos que se miran. De voces que van variando su color y temperatura. Parece que siempre hay alguien o algo dispuesto a traernos algo nuevo al día. Los sonidos de las flores son imperceptibles, pero durante la noche, no dejan de crecer. Ordenan sus raíces, delicadas y serenas. Se llenan de energía y cuando llega la mañana, nosotros sólo pensamos si huelen o no huelen bien. Ellas crecen en libertad y lo reflejan en sus multiples colores...
Crecer duele, sí. Al fin y al cabo el tiempo sigue al viento detrás de la ventana y la libertad sigue caminando a nuestro lado, aprendamos a ser libres!!! Sabemos que la libertad se termina cuando llega la de mi vecino. Por eso les recomiendo fijarse más en las flores. En nosotros mismos y los demás. Saber mirar el mundo de otra manera, así!!! aunque crecer duela y haga daño. Hay que aprender a desenredar las raíces y seguir. Sin restar horas de energía y calma. Se trata, tan sólo, de seguir andando en libertad.
La libertad va caminando siempre a nuestro lado. Camina con la energía y la luz que sólo ella posee, pero lo cierto es que también camina llena de raíces. Hay que aprender a parar de vez en cuando en el camino y desnudar algunas historias y analizarlas. Para avanzar, para poder seguir creciendo en libertad...
Oíd mortales, libertad..libertad.
Ayelén D´Angelo
E-Mail: ayelendangelo@yahoo.com.ar
www.myspace.com/ayelendangelo
Lu y Mie de 18 a 19hs Programa "El Círculo" Fm 87,5
www.laprimeradeldial.com
www.ndradio.com.ar
Para la libertad sangro, lucho y pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
"Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas
y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida".
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